Dos jóvenes fueron detenidos e imputados por el asesinato de Julio César Frías, quien fue baleado mortalmente por ¨Motochorros¨ durante los festejos en Lanús. Según fuentes policiales, se cree que estuvieron implicados en su muerte.
Las detenciones fueron realizadas por personal de la comisaría 8va. de Villa Obrera durante cinco allanamientos ordenados por la Unidad Funcional de Instrucción (UFI) 7 del Departamento Judicial Avellaneda-Lanús.
Fuentes policiales informaron que los sospechosos fueron apresados en la calle Bolaños al 4100 y en Condarco al 200, en el barrio La Fé de la localidad de Monte Chingolo.
Además, los efectivos secuestraron una moto Honda roja, aparentemente utilizada en el asalto, y aprehendieron a otros dos jóvenes por «resistencia a la autoridad».
Según las fuentes, los sospechosos de haber participado en el homicidio de Frías quedaron a disposición de la fiscalía por el delito de «homicidio en ocasión de robo».
El crimen de Frías ocurrió en la madrugada del 25 de diciembre, tras los festejos por la Navidad, cuando la víctima compartió la cena con su familia.
«Cuando terminamos de festejar dos delincuentes en moto quisieron asaltar a mi suegro y le dispararon a mi cuñado. Nos cagaron la Navidad. Está en terapia intensiva y está muy inestable», había publicado en Facebook un familiar del hombre tras el hecho.
Frías fue trasladado de urgencia al hospital Narciso López de Lanús, donde quedó internado un par de días en terapia intensiva y finalmente falleció a raíz de las lesiones sufridas.
Mientras que el personal policial determinó que los autores del asesinato iban a bordo de una moto Honda CG roja e identificó a los presuntos autores.
«Dos miserables apagaron tus sueños, tus proyectos, el poder amar. No solo eso, dejaron a padres sin un hijo; una hija sin su padre, una hermana sin su hermano, una sobrina sin su tío, a la Colo sin su Gordo y podríamos seguir diciendo muchas cosas más», expresó el mismo familiar luego de la muerte del hombre.
Para terminar, el cuñado de Frías comentó: «Sé que la peleaste en el hospital, porque eras un luchador, descubrí que lo fuiste. Si hasta cuándo te llevaba en el auto a la guardia me cuidabas; tres veces repitiendo ‘Charlie manejá tranquilo’. Ahora descansa en paz, mi querido ‘Julito’; en algún momento nos encontraremos en la eternidad, que tengas buen viaje y vuela alto.»